Beneficios del uso de la bicicleta en tiempos de pandemia
En tiempos de pandemia por coronavirus (COVID-19) progresivamente se está levantando la cuarentena, con ciertas restricciones. El uso de la bicicleta es una buena opción para ir al trabajo, evitando la exposición a posibles aglomeramientos en los medios de transporte masivos.
Actualmente con la pandemia del coronavirus, debemos cumplir con todas las medidas de prevención al contagio del virus. Y una medida bien importante es evitar las multitudes.

Es bien conocido que en las grandes ciudades a la hora pico (hora punta), los medios de transporte masivo se llenan de pasajeros, constituyendo un riesgo de contagio.
Una buena alternativa (cuando es posible) es utilizar la bicicleta para ir al trabajo y para realizar nuestras actividades, logrando así mantener un distanciamiento de las demás personas, reduciendo el riesgo de contagio por COVID-19.
Más población = más vehículos
Cada día aumenta la población, lo cual conlleva a una demanda de transporte mayor, fabricándose cada día miles y miles de vehículos con motor de combustión interna que producen toneladas de emisiones de contaminantes.
La bicicleta: una alternativa ecológica
Visto esto, aparte de caminar, viajar en bicicleta es la forma más limpia de desplazarte. Una bicicleta no utiliza combustible y en comparación con un coche, necesita menos energía y materiales para ser fabricada.
¿Aún no estas totalmente convencido? Aquí te diremos las principales razones por las cuales deberías comenzar a utilizar la bicicleta como tu principal sistema de transporte.

No tiene motor
Entre las ventajas del uso de la bicicleta, destaca la referente al tema ambiental; y es que con respecto a otros medios de transporte, ésta no posee un motor. La mayoría de los motores de los vehículos son de combustión interna, los cuales al quemar el combustible producen dióxido de carbono, un conocido gas de efecto invernadero.
Tal vez recuerdes de tu clase de ciencias de la escuela primaria que los gases de efecto invernadero atrapan el calor en la atmósfera, elevando la temperatura de nuestro planeta. El calentamiento global (o «cambio climático») hace que el hielo de los polos se derrita, lo que trae como consecuencia un aumento del nivel del mar y el agotamiento de los recursos para los animales que habitan en los glaciares.
Dado que una bicicleta no tiene motor y es impulsada únicamente por el pedaleo, la única fuente de emisión de CO2 es la respiración humana, la cual se produce en un porcentaje muy bajo, en comparación con las emisiones generadas de dicho gas por un coche de pasajeros, al recorrer el mismo trayecto.
Calles más tranquilas
La contaminación del aire y los desechos sólidos no son los únicos tipos de contaminación que perturban la calidad de vida. Podemos estar acostumbrados al estruendo de artefactos eléctricos y el tráfico, pero a veces se convierte en demasiado para poder ser soportado.
La contaminación acústica comprende todo aquello que excede el nivel de ruido al que estamos acostumbrados, como el insistente toque de la bocina de un coche o una reparación con martillo neumático en la calle frente a tu vivienda.

La mayoría de las veces, la contaminación acústica en los lugares urbanos surge del tráfico debido a la mala planificación urbana y al exceso de coches en las vías.
Las bicicletas son alternativas más silenciosas que los coches; no tienen motor ni vienen con bocinas ruidosas, así como por su pequeño tamaño no causan colapso en las vías.

Menos tráfico
Algunas de las ciudades más progresistas del mundo han dedicado carriles para uso de bicicletas en sus autopistas, para animar a los ciudadanos a andar en bicicleta, así como para garantizar su seguridad.
Viéndolo de un punto de vista, cuando la gente exige carreteras más anchas y más pasos elevados, lo que está haciendo es animar a la gente a comprar más coches. Con el tiempo, estas estructuras no podrán soportar el nuevo aumento del número de coches, y el ciclo se repite.
La mejor manera de resolver el problema del tráfico es introducir carriles para bicicletas bien diseñados y mejorar los sistemas de transporte público.
Menos espacio para aparcar
Por espacio, nos referimos a los lotes de terreno que deben ser despejados para dar paso a los estacionamientos, más coches significa más espacios para estacionamientos.
Entre los impactos ambientales que se pueden considerar al construirlos, es que se estaría dedicando el uso de un lote de terreno para solo aparcar autos, cuando quizás en ese lugar sea más necesario construir un parque que satisfaga la demanda de calidad de vida de la comunidad.
Las bicicletas sólo necesitan pequeños espacios para aparcar (en el espacio que se utilizaría para aparcar un coche caben varias bicicletas), que incluso pueden ser convenientemente integrados en las aceras, siempre que haya suficiente espacio.
Son mejores para realizar viajes cortos
Algunas personas no son conscientes de que los viajes cortos en coche realmente desperdician combustible. Según algunos estudios, los coches producen más de la mitad de la emisión de contaminantes durante los primeros kilómetros de recorrido.
Las bicicletas son perfectas para el desplazamiento de cortas distancias.
Numerosos beneficios para la salud

Un ambiente sano está constituido por personas sanas. Si bien se sabe que el ciclismo es genial para mejorar la condición física, también hace maravillas para tu salud emocional y mental.
El ciclismo ayuda a mejorar la postura y el equilibrio, la resistencia cardiovascular, la fuerza, la flexibilidad y el estado de ánimo general.
A considerar
Así mismo, también es beneficioso para mantener tu billetera saludable, especialmente con el alto costo de los precios de la gasolina hoy en día.
Muchas de nuestras elecciones tienen efectos directos en el ambiente; nuestro modo de viajar es uno de ellos.
Ya que nos beneficiamos tanto de la Madre Naturaleza, también debemos retribuirle de la mejor manera y un excelente aporte es el uso de la bicicleta como alternativa de transporte ecológico.