Los científicos de la EEI vieron un rayo azul disparado desde las nubes hacia arriba. Los blue jets pueden ser difíciles de ver desde el suelo porque explotan desde la parte superior de las nubes tormentosas. Sin embargo, los científicos pueden mirar hacia abajo desde el espacio a este espectáculo de luces cerúleo.

Los instrumentos a bordo de la estación espacial capturaron un chorro azul saliendo de una celda de tormenta cerca de Nauru, una pequeña isla en el Océano Pacífico central. Los científicos documentaron la noticia del evento en un informe publicado en la revista Nature.

Los investigadores primero observaron cinco poderosos destellos de luz azul, cada uno con una duración de 10 a 20 milisegundos. Luego, el chorro azul se desplegó desde la nube en forma de cono estrecho que se extendía hasta la estratosfera, la capa atmosférica que se extiende desde unas 6 a 31 millas (10 a 50 kilómetros) sobre la superficie de la Tierra.

Según el informe, los chorros azules aparecen cuando la sección superior cargada positivamente de una nube interactúa con el borde cargado negativamente entre la nube y el aire de arriba. El chorro azul se desarrolla como resultado de una «ruptura eléctrica», en la que las cargas opuestas en la nube intercambian lugares y se igualan brevemente, liberando energía estática.

Sin embargo, los científicos notaron que las propiedades de los chorros azules y la altitud a la que se extienden sobre las nubes “no están bien caracterizadas”, por lo que este estudio contribuye a nuestra comprensión del extraordinario fenómeno. Cuatro de los destellos que precedieron al chorro azul llegaron con un pequeño pulso de luz ultravioleta (UV), anotaron los científicos. Estas emisiones fueron identificadas como «elfos», un fenómeno que ocurre en la atmósfera superior.

Elves

«Elves», un acrónimo para Emissions of Light and Very Low Frequency Perturbations due to Electromagnetic Pulse Sources, que significa Emisiones de luz y perturbaciones de muy baja frecuencia debido a fuentes de pulsos electromagnéticos, son emisiones de luz que aparecen como anillos que se expanden rápidamente en la ionosfera, una capa de partículas cargadas que se extiende desde aproximadamente 35 millas a 620 millas (60 a 1.000 km) sobre la superficie del planeta.

Los elves (en español elfos) ocurren cuando las ondas de radio empujan los electrones a través de la ionosfera, lo que hace que se aceleren y choquen con otras partículas cargadas, liberando energía en forma de luz, escribieron los autores.

Los investigadores estaban utilizando el Monitor de Interacciones Atmósfera-Espacio (ASIM) de la Agencia Espacial Europea, un conjunto de cámaras ópticas, fotómetros, detectores de rayos X y detectores de rayos gamma conectados a un módulo en la estación espacial, para presenciar los destellos, elfos, y azul azabache.

“Este documento es un punto culminante impresionante de los muchos fenómenos nuevos que se están observando por encima de las tormentas eléctricas”, dijo Astrid Orr, coordinadora de ciencias físicas para vuelos espaciales humanos y robóticos de la Agencia Espacial Europea (ESA), en un comunicado.

Según la declaración de la ESA, los expertos también asumen que los fenómenos de la atmósfera superior, como los blue jets, pueden afectar las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera porque la capa de ozono se encuentra dentro de la estratosfera, donde ocurren.

 

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