El compost es un fertilizante orgánico de color oscuro y aroma fresco que puedes producir en tu casa, el cual además de dar un buen aporte nutricional a tus plantas, no contamina al ambiente. En este artículo te diremos como puedes hacer compost en casa de manera clara y sencilla.

Si pones atención de cuantos desperdicios botas en el tacho de basura al día, te sorprenderás de la cantidad que desechos que produces. Una buena parte son residuos de alimentos como cáscaras de frutas, restos de verduras, así como restos de follaje de las podas, si tienes jardín en casa. Si le das un buen uso a estos residuos como materia prima para tu compost, lograrás reducir un buen porcentaje de los residuos que irían a parar al basurero municipal.

El compost se produce cuando diferentes materiales de origen orgánico son sometidos a un proceso biológico controlado de oxidación, donde intervienen microorganismos y descomponedores del suelo.

El resultado será un material oscuro de aspecto terroso, de aroma fresco y libre de patógenos, el cual enriquecerá el sustrato de tus plantas y podrá ser utilizado como sustituto total o parcial de los fertilizantes químicos convencionales.
En los bosques encontramos el compost de forma natural como una capa de tierra oscura, la cual es el resultado de la descomposición de la hojarasca y otros residuos orgánicos.

Cómo construir el compostero

Construye tu caja de compostaje dependiendo de la cantidad de residuos que produzcas y de la disponibilidad de restos de vegetación de jardines. Se puede utilizar cajas de madera, envases plásticos u otro material, siempre y cuando estén ventilados.

Si tienes un jardín pequeño puedes comenzar con una caja de madera de 50cm x 50 cm x 50 cm, la cual debe estar ventilada.

Si por el contrario vives en un apartamento donde no tienes jardín, te puede servir un balde plástico con agujeros para la ventilación.

Que materiales puedo usar

Si quieres obtener buen compost debes utilizar una gran variedad de materiales. Estos deben estar bien triturados:  mientras más triturados estén, más rápida será la producción del compost. Todo material que utilices debe ser de origen orgánico. Podemos clasificar estos materiales según el tiempo de descomposición.

Materiales de descomposición rápida:

– Hojas frescas.
– Restos del corte de césped.
– Estiércol de gallina.
– Malezas jóvenes.

Materiales de descomposición lenta:

– Cáscaras y restos de fruta y verduras.
– Paja y heno seco.
– Estiércol de animales herbívoros: conejo, vaca, caballo.
– Restos de podas de plantas (tallos, raíces).
– Flores viejas.

Materiales de descomposición muy lenta:

– Ramas podadas lignificadas.
– Aserrín de madera.
– Cáscaras de huevo.
– Cáscaras de frutos secos.
– “Huesos” de frutos: durazno, aguacate, aceituna.
– Hojas secas.

Otros materiales que se pueden utilizar:

– Borra del café

– Cenizas de madera (utilizar en pequeñas cantidades).

– Cartón, cartones de huevos, servilletas y bolsas de papel (en pequeñas cantidades).

– Periódico (utilizar en pequeñas cantidades).

Materiales que no debes utilizar:

– Carne y pescado.
– Heces de perro y gato.
– Pañales desechables.
– Filtros de cigarrillos.
– Malezas con semillas (posteriormente proliferarían malezas en tu jardín).
– Revistas ilustradas.
– Tejidos sintéticos.
– Huesos.
– Grasas y aceites.

Preparacion del material

Es recomendable hacer una mezcla variada de materiales, tratando de triturarlo lo más posible.

Si se va a hacer un compostero al aire libre, colocar un lecho de ramas y paja de unos 10 a 20 cm.

Si, por el contrario, lo vas a hacer en un balde, coloca un lecho de unos 3 cm de tierra negra.

Luego coloca el resto del material, es conveniente que la primera vez llenes a la mitad el compostero. Trata de colocar una relación de 2/1 de material húmedo y seco, para que se mantenga un buen contenido de humedad durante el proceso. Un indicativo de que hay una buena humedad es que el material se observe húmedo, pero que no desprenda líquido.

Posteriormente cada vez que agregues nuevo material, debes mezclarlo con el antiguo, para que se facilite la descomposición del material más fresco. Si vas a colocar residuos de alimentos cúbrelos con material más antiguo y follaje, para evitar proliferación de moscas y mosquitas de la fruta, que son molestos para el ser humano.

También es conveniente realizar de vez en cuando un volteo general del material (puede ser cada 2 semanas) para garantizar una correcta aireación y mezcla del material. Si hay una mala aireación proliferarán malos olores producto de la pudrición.

Si se observa seco el material, debes realizar un riego para garantizar una humedad adecuada al proceso de descomposición. La clave para un buen proceso de compostaje es mantener una buena aireación y humedad.

Dando estos cuidados estará listo entre 2 y 4 meses. El criterio que puedes utilizar para identificar este momento, es cuando a simple vista no puedes reconocer el origen del material que introdujiste al inicio.

Para finalizar hemos visto que produciendo tu compost obtienes muchos beneficios: por una parte produces un fertilizante totalmente orgánico que nutrirá a tus plantas, realizas una actividad constructiva que despejará tu mente, evitas producir desechos que irían a parar al basurero municipal y proteges al planeta, ya que no hay riesgo de que este tipo de fertilizante contamine el suelo y las aguas subterráneas.


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