Si tu primera respuesta es la Selva Amazónica, te sorprenderás con lo que vas a leer.
Las áreas que llamamos los “Pulmones del Planeta”, contrariamente a su nombre, funcionan de manera opuesta a nuestros pulmones. En lugar de respirar oxígeno, absorben dióxido de carbono, y en lugar de exhalar este gas de efecto invernadero, producen oxígeno. Por lo tanto, son la clave para la regulación del clima y el bienestar de toda la vida en nuestro planeta. Aunque el nombre «Pulmones Verdes» normalmente significa bosques ecuatoriales (por ejemplo, los de la Amazonia), no son en realidad las mayores «fábricas» de oxígeno natural. La mayor parte del aire que respiramos no proviene de majestuosos ecosistemas.
Se sabe, sin embargo, que este mito repetidamente contado no tiene apoyo en la investigación científica. Sí bien es cierto que la selva amazónica produce grandes cantidades de oxígeno, por otra parte, también consume mucho. Es conocido por las personas que las plantas producen este valioso gas (producto de la fotosíntesis), pero también absorben oxígeno del aire para realizar su proceso de respiración celular, lo cual ocurre por las noches. Por lo tanto, la contribución de los productos de la fotosíntesis amazónica a los recursos de oxígeno atmosférico puede ser de alrededor del 6-9% al resto del planeta. Así mismo, cabe señalar que se trata de estimaciones optimistas: algunos expertos en la materia creen que los bosques amazónicos y los organismos que los habitan consumen todo el oxígeno que producen.
Los pulmones de la tierra están en el océano
Algunos piensan que todos los ecosistemas terrestres juntos aumentan el nivel de oxígeno en la atmósfera sólo ligeramente. Los verdaderos “bosques formadores de oxígeno” no se encuentran en la tierra, sino en los océanos. No los veremos sin la ayuda de un microscopio o aparatos en las estaciones espaciales. Los pulmones más importantes de la Tierra consisten en organismos acuáticos microscópicos y fotosintéticos: el fitoplancton. El fitoplancton, sin embargo, no es un grupo sistemático homogéneo. Está formado tanto por eucariotas (organismos formados por células con un núcleo celular, por ejemplo, algas) como por procariotas (sin núcleo, por ejemplo, cianobacterias).

Son esos microorganismos que se observan cerca de la superficie de los tanques de agua los que producen alrededor del 80% del oxígeno en la Tierra durante la fotosíntesis. Por lo tanto, no sólo son la base de la cadena alimentaria en los ecosistemas acuáticos y los mayores productores de oxígeno, sino que también absorben enormes cantidades de dióxido de carbono de la atmósfera.
El fitoplancton está en peligro debido al cambio climático
Si bien se podría decir que el fitoplancton son reguladores del clima, sin embargo, está amenazado por causas antropogénicas. Resulta que debido al calentamiento del agua de los océanos, la cantidad de plancton ha disminuido significativamente en los últimos 10 años. El agua fría de las partes bajas del océano, rica en nutrientes necesarios para el fitoplancton, ya no se mezcla tan fácilmente con la capa de agua más caliente de las partes altas. Por lo tanto, los nutrientes llegan a los organismos fotosintéticos en menor medida, lo que reduce su cantidad. La consecuencia de esto puede ser una mayor cantidad de dióxido de carbono que queda en la atmósfera, no absorbido por el fitoplancton faltante. Por lo tanto, el cambio climático continúa, el fitoplancton disminuye (y así sucesivamente). Puede que no sintamos las consecuencias drásticamente en los próximos años, pero una de las próximas generaciones sin duda las sentirá.
Por ello las naciones, organizaciones y cada uno de nosotros debemos tomar medidas para proteger el ambiente y así garantizar los recursos naturales que hoy disfrutamos a nuestras generaciones futuras.